
Los nuevos aranceles «recíprocos» impulsados por el presidente de EE. UU., Donald Trump, entraron en vigor este jueves, concretando así lo que prometió por meses de una subida de gravámenes a la mayoría de los socios de su país, al tiempo que intensifica la guerra comercial librada por el mandatario desde que retornó al poder.
A la medianoche de este 7 de agosto, entraron en vigor los aranceles acordados con Reino Unido, China, Vietnam, Japón, Filipinas, Indonesia, Unión Europea (UE), Corea del Sur y Pakistán. Misma situación para los que impuso Washington de forma unilateral a países con los que no cerró acuerdos, incluidos la India, Suiza, Sudáfrica o Venezuela.
En el caso de Venezuela, reseña CNN, el arancel será del 15%. Por otro lado, los países que sufrirán gravámenes más fuertes serán Brasil (50%), Laos (40%), Myanmar (40%), Suiza (39%), Iraq (35%) y Serbia (35%).
De igual manera, otras 21 naciones también enfrentan aranceles por encima del 15%, como Vietnam (20%), India (25%), Taiwán (20%) y Tailandia (19%). EE. UU. depende en gran medida de estos países para una variedad de bienes.
Asimismo, los productos de la India podrían verse sujetos a un arancel extra del 25%, luego de que Trump firmara el miércoles una orden ejecutiva por su compra de petróleo a Rusia. Dicho segundo arancel tiene previsto entrar en vigencia el 27 de agosto.
Contando a Venezuela, los productos de treinta y nueve países, así como los miembros de la UE, están sujetos a aranceles del 15%.
Además de México y Canadá, el resto de naciones de las que EE. UU. importa bienes continuarán lidiando con un arancel mínimo del 10%, aunque con ciertas excepciones.
Sobre estos dos países, sus productos están exentos de aranceles en el caso de que cumplan con el tratado de libre comercio entre EE. UU., México y Canadá. De no ser así, los bienes mexicanos estarán sujetos a aranceles del 25%, mientras que los canadienses se enfrentarán a aranceles del 35%, frente al 25% anterior.
De acuerdo con Trump, estas tarifas tienen como fin minimizar el «gran déficit» de EE. UU. frente a gran parte de los aliados comerciales, los cuales han negociado con Washington una rebaja de las tasas.