
En las aguas cristalinas que rodean la isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta, florece una industria emergente y prometedora: el cultivo de algas marinas.
Estas algas, que alguna vez se consideraron simplemente parte del paisaje marino, ahora se han convertido en un valioso recurso económico y ambiental.
La actividad ahora cuenta con marco legal con la reciente resolución conjunta de los ministerios de Pesca y Acuicultura y de Ecosocialismo que establece por vez primera la regulación del cultivo de algas, en sentido amplio (macroalgas, microalgas y cianobacterias), en aguas venezolanas, publicada en Gaceta Oficial N° 42.787 del 28 de diciembre de 2023.
Esa seguridad legal es un elemento de suma importancia en un sector que actualmente exporta a países como Chile, Corea del Sur, Túnez y Brasil.
El impulso de la algicultura en el país podría abrir alternativas a Venezuela en la producción vinculada a la economía azul, una forma de aprovechar los recursos marinos de manera sostenible e innovadora.
Potencial
Actualmente, en el estado Nueva Esparta, unas 600 familias, principalmente del municipio Tubores (Punta de Piedras), se dedican al cultivo de algas, específicamente, la especie Kappaphycus alvarezii. Han logrado una producción de alrededor de 92 hectáreas cultivadas, según datos del Ministerio de Pesca y Acuicultura.
El proyecto, conocido como Tierra de Emprendedores (Tide), en esta legendaria Isla de las Perlas, reúne a varios productores y se ha convertido en el mayor exportador de algas de América Latina.
El intercambio de saberes entre las familias que trabajan en las parcelas marinas y el enfoque en el desarrollo sostenible son lecciones valiosas que este proyecto ofrece al país.
Futuro prometedor
El cultivo de algas marinas en Nueva Esparta no sólo es una oportunidad de negocios, sino también una forma de preservar el ambiente y mejorar la economía local. Las aguas de Margarita guardan secretos y riquezas que, gracias a la visión de estos emprendedores, están siendo descubiertos y aprovechados de manera sostenible.
Williams Hoce Fariñas, líder del proyecto Tide, anunció que este año comenzaron con la exportación de un producto novedoso denominado Greentide. Se trata de un fertilizante puro de algas Kappaphycus alvarezii con acción bioestimulante.
“Gracias a un proceso de extracción mecánica, se aprovecha el elevado contenido de aminoácidos, polisacáridos y micronutrientes del alga, para obtener el máximo rendimiento de sus beneficios, que aportan una balanceada nutrición molecular bioactiva a los cultivos y estimula procesos naturales, para favorecer la absorción y eficiencia de nutrientes”, explicó Fariñas.
El uso de Greentide optimiza los procesos productivos del vegetal y asegura un mayor aprovechamiento de los nutrientes por las raíces. Su formulación concentrada favorece su efecto con bajas dosis de aplicación.
“Las algas y productos como Greentide son esenciales para el desarrollo de una agricultura que conjugue la protección del ambiente, la equidad social y la viabilidad económica”, expresó el líder del proyecto Tierra de Emprendedores.
Aseguró que están bien posicionados “para ser un actor clave en el futuro de la agricultura ecosostenible”
Datos
Los beneficios que se pueden tener de este cultivo.
- Biofertilizantes agrícolas. A partir del extracto de estas algas, se obtienen biofertilizantes que pueden mejorar la productividad de los cultivos.
- Hidrocoloides y biocombustible. Las algas son una fuente de hidrocoloides utilizados en diversas aplicaciones industriales. Además, se están explorando sus posibilidades como biocombustible.
- Alimentación humana y animal. Las algas pueden consumirse directamente como alimento humano o utilizarse como ingrediente en la alimentación animal.
- Beneficios ecológicos. Las algas marinas producen más oxígeno y eliminan más dióxido de carbono que los árboles, contribuyendo así a la mejora del ambiente.
La entrada Nueva Esparta impulsa el cultivo de algas marinas se publicó primero en Últimas Noticias.