
El presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, denunció que Estados Unidos ha enviado 8 buques de guerra, 1.200 misiles y un submarino nuclear al Caribe y apuntan a Venezuela, lo que a su juicio constituye la máxima amenaza para América Latina.
Ante lo que calificó como «la máxima presión imperialista», aseguró que existe una «máxima preparación para la defensa de la Patria», exaltando que se trata de la más grande amenaza, «extravagante, extrafalaria, inmoral, ilegal y brutal en los últimos 100 años».
Durante un encuentro con medios nacionales e internacionales, el jefe de Estado advirtió que el imperio estadounidense «no ha podido ni podrá con la historia sagrada de Venezuela», y añadió que no es negociable en la política.
Agregó que «esto constituye la máxima amenaza para América Latina en su historia, al tiempo que agradeció al pueblo por la perfecta unión cívico, militar popular, por su aplomo, firmeza, espíritu y fervor para jamás ceder de chantajes y amenazas de ningún imperio».
Enfatizó que «aquí en Venezuela no hay un magnate, sino un Presidente obrero y combatiente, comprometido con defender al país hasta los tuétanos».
Apuntó que en Venezuela no hay ningún régimen de Maduro, y que, por el contrario, lo que hay es un régimen republicano, constitucional, legal, democrático, en un estado de justicia, de derecho social, tal y como lo manda la constitución.
“Ni queremos ser modelo para nadie, ni aceptamos que nadie nos quiera aplicar su modelo”, resaltó el mandatario ante los medios nacionales e internacionales.
En tal sentido, recalcó que el imperio ha intentado satanizar a un líder como hicieron o intentaron hacer con el comandante Hugo Chávez , para satanizar un proceso.
“Se los he dicho mil veces, señores imperialistas, supremacistas, nazi de este tiempo colonialista, no es un hombre, no es Maduro, es un pueblo, es una historia sagrada”. Al mismo tiempo, recalcó que él no es un dictador y que tampoco lo formó el Comando Sur, ni el pentágono, ni la CIA, dejando en claro que su escuela han sido los barrios de Caracas, el movimiento obrero y la clase obrera.
Aclaró que no tiene negocios, y que tampoco quiere tener riquezas de ningún tipo, como lo han intentado difamar en varias ocasiones desde la extrema derecha y los Estados Unidos.
“Si están buscando a un mafioso o a un magnate, búsquenlo, por otro lado, no aquí”, fustigó el jefe de Estado.
Asimismo, añadió saber de la diplomacia basada en la verdad, en la palabra y en el cumplimiento, más no de las mentiras en las que se basa el imperio.